Un recorrido visual por la obra de la artista. Un resumen de sus trabajos a lo largo del tiempo. El libro, compuesto y organizado a través de cuatro capítulos: Los símbolos Patrios. La Pertenencia. La Infancia Y El Hoy, muestra a la artista en su capacidad lúdica y creativa. Cuatro posibles entradas para descubrir la obra de está prolífica y original artista.
La síntesis, en ello puso énfasis el editor quien diseñó un volumen precioso desde su doble rol también como diseñador gráfico del mismo.
El libro fue prologado por Andrés Duprat y Virgilio Tedín Uriburu. Y cuenta con textos de prestigiosos periodistas, escritores, curadores y editores tales como Canela, Rodrigo Alonso, Eugenia Viña, Patricia Rizzo, Eduardo Iglesias Brickles, Amalia Sato, Renato Rita, Bengt Oldemburg, Samuel Oliver y Federico Manuel Peralta Ramos. Textos que fueron escritos en distintos momentos para acompañar exposiciones y o participaciones en muestras a Nora Iniesta.
Fragmentos de algunos de los textos antes mencionados:
…” Nora una vez me contó sobre sus inicios con su vecina profesora de dibujo, refugio en sus tardes previas al ingreso a la escuela primaria y que ya anunciaban su futuro como destacada artista plástica; me habló de sus juegos y juguetes que incrementarían su interés por las formas y el color y de sus ensayos plásticos con los cuadernos de clase, muy especialmente con las figuritas de brillantes, las etiquetas, el papel, sus renglones y desde ya las palabras…”
Virgilio Tedín Uriburu
…” Con picardía y lucidez, Iniesta entreteje una crítica risueña a los tópicos invocados: la patria, la femineidad, lo lúdico, la pertenencia, la tradición y la memoria. Apropiándose con desparpajo de simples objetos encontrados, no pocas veces desdeñados por el ojo debido a su carácter doméstico, los coloca en situaciones de una austeridad oriental, donde relucen como tesoros infantiles recuperados…”
Andrés Duprat
…” Nora ensambla los fragmentos de una constelación doméstica para que el mundo de la superficie angelical no estibe en el desván de la indiferencia. Agitando el estado oculto de las cosas con delicado contraste nos trae, entre los posibles desencadenamientos, una amabilidad proustiana: la patria es la infancia…”
Renato Rita