¿Qué
ignotos laberintos llaman a reencontrarnos con René Descartes,
aquel viajero que soñó su filosofía en una dramática noche de 1619?
Esta fascinante novela conduce a las ideas que engendraron el mundo moderno,
a un tiempo histórico fundacional, y hasta a un thriller psicológico y policial.
La pluma del autor logra sumergirnos en la íntima conciencia de quien intuyó la
verdad universal en la revelación de sí mismo, y hace que vivamos aquellos años
remotos como si estuviésemos en la cabeza y en los ojos del propio Descartes; pero
además, el rigor de la investigación histórica –que evoca con precisión la vida
y la época del filósofo- intensifica el encanto de la lectura
con la experiencia del conocimiento que ella revela.
Quizás desde la muerte del célebre pensador francés no se haya llegado tan
lejos (o tan cerca).
Nueva presentación por zoom organizada por la
Alianza Francesa de Buenos Aires:
Cuándo: jueves 22 de abril, a las 19.hs.
Participarán: Diana Sperling (filósofa), Héctor Yankelevich (psicoanalista),
Daniel Goldman (rabino), Daniel Mundo (filósofo y crítico literario)
Invierno sueco. El último viaje de René Descartes.
Precio de tapa: $1390
Páginas: 429 * ISBN: 978-950-649-907-5
Seguí y conocé más de Invierno sueco
en el sitio: https://inviernosueco.ar/
y en las redes:
IG: @inviernosueco / Fb: inviernosueco
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EN VENTA EN LAS PRINCIPALES LIBRERÍAS DE ARGENTINA.
Dice el autor
“Soy escritor y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la
Universidad de Buenos Aires, y cursé Historia de la Filosofía (antigua,
medieval y moderna) como posgrado en la misma Universidad. En el marco del
posgrado comencé a trabajar sobre el personaje y la época, y esos primeros
pasos me fueron llevando poco a poco a una peregrinación que duró algo más de
diez años. Hubo una intuición de base (un percibir que en el suceso del cogito cartesiano residía
latente algo esencial del conflicto de nuestro tiempo), e impulsado por esa
intuición procedí a una rigurosa pesquisa que, además del correspondiente plan
de lecturas, incluyó una serie de incursiones en los más diversos rincones
terrestres y marinos por donde anduvo ese gran viajero que fue Descartes.
Visité el primer hogar en La Haye (hoy la localidad se llama “Descartes”, y la
casa natal es un excelente museo), la mansión en ruinas de los ancestros
paternos en Chatellerault, la ciudad “sanmartiniana” de Tours, el Colegio de La
Flèche (hoy liceo militar), las zonas de la Bretaña francesa donde “papá
Joachim” formó su segunda familia, los oleajes del Báltico y del Mar del Norte
y la Estocolmo del final. Conocí las aldeas y ciudades de Holanda en que vivió
–casi clandestino- el pensador francés, y el perdido poblado de Herford, en el
norte alemán, donde fue abadesa su querida Isabel de Bohemia. En la maravillosa
Heidelberg pisé los jardines de un Palacio que mucho tuvo que ver con la
historia que cuento, en Utrecht entrevisté a Theo Verbeek (el mayor
especialista europeo en su tiempo sobre Descartes), y en las afueras de Praga
contemplé una reconstrucción de la fundamental batalla de Montaña Blanca.
Caminé por el Siglo de Oro que aún se aprecia en Ámsterdam y por los eternos
laberintos de París. Durante el prolongado recorrido por escenarios,
conversaciones y libros, fui descubriendo un Descartes que más que (o además
de) “padre de la ciencia moderna” o “fundador del racionalismo”, resultó ser un
místico y un poeta, en una etapa de la historia occidental donde una confusa
mezcla de fuerzas y personajes en pugna (de alquimistas, magos y nuevos
científicos, escolásticos, rosacruces y jesuitas, predicadores luteranos y
calvinistas, rabinos y cardenales, diplomáticos y reyes, políticos y
mariscales, soldados, campesinos, artesanos, brujas y jornaleros), alumbró el
nuevo mundo en que aún vivimos.
El hecho de que la revelación básica que
“iluminó” al joven Descartes en Alemania haya partido de tres sueños en una
noche de éxtasis –he aquí otra de las constataciones que busco transmitir-,
entra en franca colisión con la idea de que estamos ante un mero “racionalista”
y abre una línea directa – subrayada por Jacques Lacan- entre el cartesianismo
y la fundación del psicoanálisis.
Lo que presento es un relato novelado y novedoso acerca de la vida, o más
precisamente del
viaje vital de un hombre cuyo legado ha marcado en forma indeleble el devenir
del mundo
moderno. Y como corresponde a quien hizo del estudio de sí la principal fuente
de conocimiento, la historia es contada en primera persona por el protagonista.”
Dijo la prensa
“El
Descartes de Wiszniewer, demoledor de prejuicios. La novela es un viaje
apasionante, que lleva al lector al controvertido origen de la filosofía
moderna. La narración es muy amena sin perder un ápice de rigurosidad…
A veces son tan encantadoras y peligrosas las misiones encargadas a nuestro
pobre filósofo que la intriga remeda una historia de alto espionaje… es una
gran apuesta en pos de sacar a la filosofía de esos lugares donde ya el mismo Descartes
advertía que se pudría…”
Daniel Mundo (Agencia Paco Urondo)
“Concebida en forma de diario o de memorias redactadas por Descartes (esa imprecisión es uno de sus hallazgos), a la vez la obra se propone como una crónica de viajes, un fresco de la época, una exploración de la subjetividad cartesiana, algo así como un retorno al origen de la modernidad filosófica.”
Rubén H. Ríos (Suplemento cultura del Diario Perfil)
“Uno de los aciertos de este libro, más allá de las numerosas y valiosas fotos que ilustran los lugares de estas memorias, es el agregado que el autor denomina ‘Apostillas desde Buenos Aires (Siglo XXI)’, en la cuales se cuentan hechos históricos y detalles que complementan lo narrado en el ‘Manuscrito de René Descartes’, dándole al lector el contexto histórico en que vivió el filósofo.”
Pablo S. Otero (Suplemento cultura del Diario La Prensa)
“(…)Sin embargo, hay algo más: el autor se vale de la estructura de diario para meternos de lleno en el pensamiento y en las motivaciones del protagonista…”
Adriana Santa Cruz (Medium- Leedor.com)
“Escribir una novela que revisite la vida de un gran filósofo como Descartes, no es tarea fácil, y menos si se cabalga entre la historia del último año de su vida y las vivencias de su infancia. Matías Wiszniewer logra esta amalgama, que incita a que el lector quiera saber más de Descartes…”
Raquel Tesone (Revista El Inconsciente)
“Los días finales de un genio que con sus ideas transformó la matemática, la física y la filosofía, la ciencia y el pensamiento, abriendo paso a la modernidad… ‘Invierno sueco. El último viaje de René Descartes’ (Letra Viva) de Matías Wiszniewer, novela que mezcla géneros, que se desliza de la narrativa histórica a la confesión íntima… sin dejar de lado el thriller conspirativo… un relato apasionante que llevó a su autor a viajar por el mundo, visitar lugares, museos, archivos y eruditos.”
Máximo Soto (Ámbito Financiero, sección Cultura & Espectáculos)
“La narrativa de la gloria del filósofo francés y también de su final se teje con solidez y generosidad de fuentes documentales en Invierno sueco. El último viaje de René Descartes… La vasta recreación concluye con unas ‘Apostillas desde Buenos Aires en el siglo XXI’, entre cuyas muchas precisiones históricas se nos avisa que ‘el minucioso análisis sobre el funcionamiento de las pasiones del alma y de su relación con el cuerpo realizado en ese tratado (De las pasiones del alma, 1649), convierte a Descartes en uno de los primeros ‘psicólogos’ de Occidente”. Historia, filosofía, narración literaria se encastran en una lograda unidad textual.”
Esteban Ierardo (Revista Viceversa)
Dijo sobre Invierno sueco Diana Sperling. Filósofa, docente y
escritora.
“La articulación que Wiszniewer logra entre sucesos históricos,
pensamiento filosófico y ficción literaria es sumamente original. Estoy segura
de que tanto el lector de buenas novelas, como todo interesado en la historia
de las ideas (o en la historia a secas), encontrará gran placer en estas
páginas. (…)Matías
Wiszniewer lee y escribe. Lector ávido y agudo, recorre los textos
fundantes de Occidente y los acontecimientos que sentaron hitos decisivos en la
historia y la conciencia. Y desde ahí, desde su inagotable curiosidad, escribe
con voz propia (…) Irvin Yalom también escribió novelas históricas sobre
filósofos, pero Wiszniewer lo supera con creces… ”
Dijo sobre Invierno sueco José María Brindisi. Escritor y editor.
“¿Qué virtud mayor puede atesorar un libro que disparar en el lector nuevas necesidades? Aquí no solo se trata del destino de Descartes, el imán de su figura, su mito; se trata de la ansiedad por saber. El conocimiento es una droga poderosa, y Wiszniewer nos abre las puertas de un mundo que parece no acabarse nunca”.
Dijo sobre Invierno sueco Rolando Karothy. Psicoanalista, docente UNLP, escritor y editor.
“La
minuciosa investigación sobre Descartes realizada por Matías Wiszniewer se
puede conocer ahora a raíz de la publicación de Invierno sueco. Es de
remarcar su punto de vista respecto de la afirmación lacaniana según la cual
Freud es cartesiano. Sin dudas esta original novela constituye un aporte
cultural al psicoanálisis porque indaga profundamente en el viaje subjetivo que
llevó a Descartes al momento fundacional del cogito.”
Dijo sobre Invierno sueco Alicia Ardila, profesora de filosofía, transmisora de la obra de Borges
“He recorrido Invierno sueco con un placer inmenso, atrapante, me ha hecho volver a releer temas olvidados, pensar nuevos, pero por sobre todo me ha hecho disfrutar de un texto apasionante y tan, tan bien escrito…”