Una nueva muestra de Estela Pereda en la que la artista continúa indagando y trabajando en distintos soportes y materiales sobre el encuentro entre la Naturaleza, como expresión de lo divino, y el Hombre. Dos universos en permanente diálogo y tensión.
En EL MÁS ACÁ, Pereda vuelve a una de sus principales preocupaciones la de estudiar y rescatar celebraciones, rituales, prácticas, costumbres de distintas culturas y regiones de nuestro país, con el fin de conocer / conocernos. Su empresa no tiene un fin folclórico, sino ético- humanista. Su interés y preocupación está, no en “el más allá”, sino en EL MÁS ACÁ; en cómo construir y hacer de este nuestro mundo, un lugar mejor para vivir.
Apertura para público y prensa: viernes 27 de abril a las 18.30hs
Visitas: martes a viernes de 13 a 19 hs.
sábados, domingos y feriados de 10 a 20 hs
Dónde: Museo José Hernández
Dirección: Av del Libertador 2373
Entrada general: $30
Miércoles entrada gratuita.
Lunes cerrado.
Cierre de la muestra: 17 de junio
http://www.buenosaires.gob.ar/museojosehernandez
Dice su creadora
El Mundo es de por sí sagrado porque el Hombre-¿hombre o mujer?-ha nacido de él y pertenece a la Naturaleza. Se trata del “gran misterio” y de su gravedad incomprensible. Estoy en EL MÁS ACÁ y todas las vidas son sagradas en EL MÁS ACÁ.
Procuré abordar esta exposición desde la historia de la humanidad, desde la memoria antigua. Me interesa el amonite porque se desarrolla según medidas que los griegos en tiempos remotos llamaron “divina proporción”. Ellos construyeron sus templos con dichas medidas. También diseñé el juego de la rayuela con este índice.
Para el antropólogo Teilhard de Chardin, filósofo y místico, la evolución universal aparece como una gran cruzada que nos convoca a trabajar en la dirección necesaria para lograr convergencias. O sea que, sin esperar al “más allá”, podríamos construir un mundo mejor hoy “aquí y ahora”, premisa que obedece a una de mis mayores preocupaciones.
Observo el mundo cotidiano, tomando conciencia de mi pertenencia a este continente y a este país. Procuro acercarme a otros para entender… Siempre me llamó la atención cómo al lado de realidades desérticas y duras aparecen capillas y cruces adornadas profusamente, y así ponen un toque de alegría en esta visión desoladora. ¿Cuál es el sentido? ¿Tratarán de conseguir más vida, mejor vida? ¿Será que la vida somete más que la muerte?
Siento admiración por los hombres y mujeres que pueblan nuestro territorio, desde la cordillera hasta la pampa, su forma de tomar la existencia y de aceptar lo irreparable. Lo hacen con resignación. Podemos agregar: lo hacen con la sabiduría que otorga estar cerca de la tierra…
Palabras curatoriales:
A través de manifestaciones propias de nuestro continente y de nuestro rico país, Estela Pereda busca rescatar el encuentro entre la Naturaleza, como expresión de lo Divino, y el Hombre.
Los sentidos se deleitan con las cosas debidamente proporcionadas. La belleza matemática de la sucesión de Fibonacci se manifiesta en un simple caracol. Nada en la Naturaleza es tan pequeño o insignificante que no merezca una pincelada de simetría que aumente su perfección y belleza.
Desde la magnificencia de la Naturaleza, Estela nos transporta a la simplicidad y espontaneidad del mundo cotidiano con las cruces y altares populares en clara expresión de reverencia hacia el Más Allá. Cruces adornadas con flores, ofrendas acumuladas con el tiempo, exvotos cosidos entre paños. El ser humano transforma aquello que lo rodea y sienta un ambiente festivo en donde antes había muerte. Y en este proceso va definiendo su esencia. Una veneración a la majestuosidad del Más Allá, desde el Más Acá. Tradición, celebraciones, rituales, todas manifestaciones de la vulnerabilidad del ser humano en la Tierra.
En el caminar del Hombre hay deseos de permanecer y de comprender mejor lo que lo rodea. Deseos de atrapar lo efímero y darle cierta permanencia. Como dijo el filósofo Georg Simmel: “La muerte no aparece al morir, sino que está presente desde el nacimiento.”
El Hombre se manifiesta para transformar, fusiona miradas para abrirse camino. Transforma convenciones creando colectivamente relecturas que sientan precedente. Desestima lo que nos aleja como raza humana para corresponder a la certeza de que tenemos la misma esencia.
Carolina Pampliega
Carolina Pampliega
Carolina Pampliega egresó con distinción de la carrera de Licenciatura en Curaduría y Gestión de Arte de ESEADE. Trabaja con Estela Pereda desde 2013. Fue curadora y organizadora de la muestra “Ni un pelo de tonta” en UADE Art. (2013), de la muestra “Pena y Devoción” en el Museo Sívori (2016) y de otras exposiciones en Argentina y en Uruguay. Es asesora de colecciones de arte y miembro de la Comisión Directiva del Museo Nacional de Arte Decorativo. Fue Gerente de Estrategia durante 7 años en la consultora Deloitte en su oficina de Nueva York, EE.UU.