Performance Danzada de la Compañía del bailarín y coreógrafo Magy Ganiko
que dialoga con la obra conceptual del pintor Yves Klein.

Magy Ganiko discípulo del gran maestro de  danza Butoh, Kazuo Ohno, y creador de un estilo único que él define como Post-Butoh -en el que extiende y profundiza aun más los límites de la primera- presenta su performance “ZonaZero”  en la que  despliega una conversación con la obra del pintor francés, Yves Klein, presentada  en Fundación Proa.

La performance, realizada  en el marco de la Bienal Internacional  de  la Performance (BP17), estará teñida del azul Klein  y de la presencia,  en el espacio y el tiempo, de cuerpos que  habilitan la posibilidad de acercarse a lo  inmaterial.

Sobre “ZONAZERO”

“Zero es una zona de silencio y pura posibilidad para un comienzo…”

Yves Klein

Magy Ganiko se inspira en el mundo azul del pintor francés Yves Klein para coreografiar su “ZonaZero”. Yves Klein está ligado fuertemente a la cultura japonesa, experto judoka, visita Hiroshima, allí descubre cómo el flash de la bomba atómica había dejado marcas correspondientes a objetos y cuerpos humanos impresos en los muros, escaleras y el pavimento. Como consecuencia de esta visita, el artista crea una antropometría que titula Hiroshima.

Magy, coreógrafo argentino-franco-japonés, cuyo padre fue un “hibakusha” (víctima de la radiación nuclear), define su obra más que como una obra, una “zozobra”, ni performance, ni obra formal escénica. Zozobrar, naufragar, venirse abajo, estar en la incertidumbre en medio de una tormenta, como un barco sin control, a merced de las tempestades. El límite de la zozobra es donde todo lo superficial desaparece, donde lo esencial se vuelve un haiku de vida-muerte. La devastación como “punto zero” para renacer como un Fénix desde las cenizas del horror.

En su búsqueda por lograr la inmaterialización del arte, para Yves Klein, el intercambio de oro por una zona de sensibilidad inmaterial era la forma más realista del arte, y también el arte del mañana. Para Magy Ganiko la ZonaZero, es la zona de transferencia alquímica en donde mediante la danza, el cuerpo intercambia oscuridad por luz.