Saverio el cruel

De Roberto Arlt

Dirección Gabriela Villalonga

Uno de los clásicos teatrales de Roberto Arlt, que hoy más que nunca dialoga con el presente, vuelve al Teatro Payró, de la mano de la directora y actriz Gabriela Villalonga.

El fascismo, la farsa, la desigualdad y la violencia de clases son algunos de los rasgos que Arlt aborda en esta pieza estrenada en 1936; que Villalonga revisa y recupera para pensar la crueldad social imperante en las sociedades contemporáneas y los dispositivos socioculturales que hacen posible su puesta en práctica y su impunidad. Las y los esperamos a partir del sábado 15 de febrero, todos los sábados de febrero y marzo en el Teatro Payró

Temporada verano 2025
Reestreno: sábado 15 de febrero a las 20h
Funciones: sábados 20h
Entradas: $15.000 /Dto jub y estud $10.000
TEATRO PAYRÓ
Dirección: San Martín 766 – CABA
Informe: payroteatro@gmail.com
www.teatropayro.com.ar
Entradas y reservas en: www.alternativateatral.com
Duración: 70 minutos

Sinopsis

Los personajes de Saverio el Cruel se encuentran habitando dos mundos que parecieran diferentes y aislados. Sin embargo, la clase alta y los suburbios porteños de 1930 se verán entrelazados a partir de la crueldad que habita tanto en los personajes como en los ambientes.

Saverio, un sencillo vendedor de manteca, llegará a ofrecer sus productos a una casa burguesa cuyos habitantes lo envolverán en una farsa que organizan para divertirse a costa del trabajador. Saverio descubrirá en este camino tanto su propia crueldad como también la de quienes lo están usando para su propio beneficio.

Algunos personajes intentarán detener la farsa denunciándola como algo degradante y perverso. A la vez aparece un personaje fantasmagórico con una relación muy cercana a todos.

Con el correr de la obra, la farsa y su crueldad envolverá no sólo a Saverio sino a cada uno de los personajes.

Gabriela Villalonga

actriz, directora teatral y dramaturga. Reconoce como sus maestros de actuación a Carlos Lagos, Beatriz Matar, Carlos Gandolfo, Alberto Ure, Osvaldo Saidón, Tato Pavlovsky, con quienes se formó en distintos talleres, cursos, seminarios y experiencias grupales. Sus trabajos como actriz incluyen “Monoparental” de Gabriel Virtuoso, “La mejor solución” escrita y dirigida por Hernán Morán, “Entrenamiento revolucionario” de Gabriel Virtuoso y […]

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Ficha artístico técnica:

Actúan:
Marito Falcón, Ligüen Pires, Ariel Guazzone, Roberto Cuñarro, Adriana Echegaray, Roberto Monzo, Lali Rojas y Liliana Simsi
Vestuario: Alejandro Mateo / Iluminación: Juani Pascua
Diseño de escenografía: Alejandro Mateo / Fotografía:
Diana Ferrer Pinto / Diseño gráfico: Gustavo Reverdito /
Asesoramiento artístico: María de los Ángeles Sanz / Asistencia de dirección: María Cecilia Pérez / Prensa: Daniel Franco / Producción ejecutiva: Gabriel Cabrera / Producción general: Roberto Cuñarro, Liliana Simsi y Gabriela Villalonga
Dirección: Gabriela Villalonga

Texto de Pablo Ferrer sobre Saverio, el cruel

En esta obra Roberto Arlt nos pone frente a la locura de los fascismos en la década del 30. A pesar de su específico contexto de surgimiento, las escenas de esta farsa nos sugieren una mirada atenta sobre nuestro presente.  

En la puesta en escena de Saverio el cruel, hoy, hemos tomado principalmente el andamiaje teórico que nos provee la obra de Fernando Ulloa. En este marco conceptual encontramos una posibilidad de comprensión de la crueldad social y de la ternura como su contraparte sanadora. 

Hemos podido vivenciar en este drama, en palabras del mismo Fernando Ulloa, que “la crueldad siempre requiere un dispositivo sociocultural que sostenga el accionar de los crueles, así en plural, porque la crueldad necesita la complicidad impune de otros”.1 

La metamorfosis de Saverio no es un hecho aislado en un sujeto, sino que es provocado y avalado por quienes construyen social y culturalmente ese ser cruel.  

La obra entonces nos enfrenta a la pregunta por el origen y el sostén de la crueldad, nos pone frente a la cultura de la crueldad.  

Sabiendo de Roberto Arlt como su autor, no podemos dejar de tener en cuenta la intersección con la perspectiva de clases sociales como paradigma de análisis que acompaña al surgimiento de la crueldad. 

En este sentido, pareciera que el inicio mismo de la obra nos ubica en una sociedad de la mortificación. Una cultura de la mortificación que lleva a los personajes de una clase social alta a inventar modos de salida de la misma. Pero esos caminos no son menos crueles que la cultura de la crueldad que habitan.  

En la obra se pueden apreciar voces habitando en personajes (por lo general femeninos) que aparecen con una voz de denuncia sobre esta cultura cruel. Estas mujeres serán quienes muestren la locura que habita en la crueldad. Así nos veremos trasladados desde la alta sociedad a la baja sociedad, entre la crueldad y la ternura. La división de clases, sin embargo, no será un límite para la crueldad, como se puede apreciar. 

No deja de ser interesante que una primera versión de esta obra se llevaba a cabo en un manicomio, mientras que ese escenario psiquiátrico luego, en la versión actual, se traslada a una casa de la alta burguesía. Roberto Arlt ha sacado la mirada del encierro del manicomio para hacernos ver una sociedad alocada y cruel. 

Dijo la prensa

“El militarismo, la lucha de clases son algunos de los elementos que aborda Arlt en su obra. Muy buenas actuaciones. La recomiendo ver en este contexto”. 

Paula Rojo, El Destape Mundo

La vida en tiempos de Javier Milei es un aguafuerte sobre lo obsceno. Alimento de la literatura y la teatralidad convertida en un folletín por entregas. Si Roberto Arlt hubiera sido nuestro contemporáneo, Saverio el cruel sería un repartidor de delivery o un empleado de comercio (…) La pieza del autor de Los siete locos, reestrenada varias veces y puesta en escena en estos días en el teatro Payró, invita a observar la realidad en clave arltiana. Impacta por su vigencia, por las imágenes sensoriales que se disparan como dardos envenenados que retroalimentan el presente.

Gustavo Veiga, Contratapa Página 12

(…) En materia de actuaciones, se destacan Susana y Saverio: ambos son personajes que van evolucionando, que presentan contrastes y que encarnan la complejidad del ser humano. Los que acompañan a Susana en la preparación de la farsa asumen la crueldad como un modo de vida, y en ese sentido, también cumplen muy bien con sus roles. (…)

Adriana Santacruz, Medium

(…) Villalonga conduce con solvencia rayando en la maestría los complejos papeles de Susana (impresionante interpretación de Ligüen Pires que pone en juego una variedad de recursos y matices para dar cuenta de una mujer que desprecia y está fascinada por el mantequero, que simula estar loca hasta el punto de llegar a los bordes de la locura real) y del protagonista Saverio (Marito Falcón dando vida a un ser aparentemente puro e inocente que esconde en su corazón la banalidad del mal) (…)

Adrián Melo, Tiempo Argentino

(…) siempre es un placer ver y oír un texto de Arlt y su inconfundible estilo inflexible y sin dobleces; un texto que nunca deja dudas y que se aleja de la ambigüedad y nunca someterse a una endeble interpretación: Arlt dice lo que dice (…)

Hugo Martínez para El Agora

(…) Son ocho los actores que ponen el cuerpo para la ejecución de esta pieza teatral bajo la dirección de Gabriela Villalonga. Un elenco numeroso para lo que nos suele tener acostumbrados últimamente el teatro independiente porteño. Todos ellos realizan una gran labor encarnando a los personajes del universo arltiano, pero entre ellos uno se destaca: Saverio. El actor Marito Falcón demuestra un gran abanico de aptitudes para su rol, tanto su cuerpo como su tono de voz evolucionan de acuerdo a las necesidades del relato y resultan cautivantes para el espectador.  Una actuación memorable y que da cuenta de un gran trabajo previo (…)

Paula Godbar, ArteCríticas

(…) “Una historia simple pero profunda que se encuentra muy bien respaldada por una puesta en escena envolvente y un guion fino que no tiene más pretensiones que trasmitir un mensaje.

Marito Falcón, en la piel de Saverio, destaca por su expresividad y la capacidad de trasmitir: desde la frustración, al miedo y la emoción por sentirse aceptado. Junto a él, Ligüen Pires, quien interpreta a Susana, pisa fuerte en escena, robándose las miradas y logrando una inmersión total con la historia, al punto de generar que el público se asuste como si fuera un personaje más al momento del disparo final”.

Valentina Quinteros, El Destape web